17 de mayo de 2021, 8 min de lectura
Los hermanos cineastas independientes Matti y Teppo Haapoja comparten 10 consejos para triunfar como freelancers con Epidemic Sound.
Los hermanos cineastas freelance Matti y Teppo Haapoja se unen a nosotros para compartir sus 10 mejores consejos para triunfar como freelance. Tras más de diez años en el sector, deben saber algo sobre la realización de películas.
La gente suele comentar lo bien que trabajamos juntos como hermanos y como equipo. Eso es sencillamente porque este no es nuestro primer rodaje. De hecho, aprendimos a hacer cine y fotografía al mismo tiempo, hace más de diez años.
Juntos, conseguimos crear nuestro propio negocio como freelancers y empezamos a ganar más de seis cifras al cabo de unos tres años. "¿Cómo?", te preguntarás. Pues bien, hoy te daremos nuestros diez mejores consejos. Esto es lo que hemos aprendido sobre cómo gestionar un negocio como freelance.
Aprende, realiza y repite. En 2008, no sabíamos nada sobre producción cinematográfica ni fotografía; éramos unos completos novatos. Pero empezamos a aprender. Consumíamos todos y cada uno de los tutoriales disponibles. Nos sentábamos en la universidad literalmente a escuchar tutoriales cuando se suponía que debíamos escuchar al profesor... Paralelamente, salíamos todo el tiempo a filmar cosas. Ya fuera alguien patinando, algunos videos de la iglesia o lo que fuera, filmábamos mucho.
Cuando estás empezando tu carrera como freelancer, si no tienes un video o algo que puedas mostrar a los demás, no te van a contratar. Ese es tu currículum. Si no tienes nada que mostrar, no vas a conseguir trabajo.
Así que sal a filmar ese primer video. Sal y haz un corto, graba a tus amigos en la puesta de sol o, por qué no, ofrécete a filmar la boda de tu primo gratis. Esto es solo para que puedas conseguir esa primera pieza del portfolio que vas a mostrar a la gente: "¡Esta persona tiene talento de verdad!".
Al principio rodamos muchas cosas gratis, lo que es excelente al comienzo, cuando estás armando tu portfolio. Más adelante, lo gratis no es tan bueno.
En cuanto empezamos a aprender un par de cosas, nuestros primeros trabajos remunerados fueron bodas. Las bodas de antes duraban algo más de seis horas y las grababa el padre de alguien, que mantenía la cámara en la misma posición temblorosa durante todo el evento. Eran videos que nadie veía. Queríamos hacer videos que nosotros mismos desearíamos para nuestras propias bodas, videos que pudiéramos ver una y otra vez y que nos trajeran todos los recuerdos.
Así que decidimos hacer videos de boda de forma diferente. Ni siquiera filmábamos los discursos de la boda. Por lo general, se trataba de un tráiler de 3 a 5 minutos con breves fragmentos de los momentos más destacados del día. También dedicábamos mucho tiempo a elegir las pistas adecuadas. Y no aceptábamos que los clientes nos pidieran canciones de "amor empalagoso". Nosotros elegíamos las pistas porque sabíamos qué era lo mejor. Buscábamos algo divertido, algo fresco, que encajara con el ambiente y la gente.
Sin embargo, enseguida nos dimos cuenta de que no podíamos utilizar cualquier canción que encontráramos. Hay que obtener una licencia para poder utilizarla; de lo contrario, te metes en un montón de problemas, como en la infracción de los derechos de autor y cuestiones legales. Ojalá hubiéramos tenido Epidemic Sound en aquellos tiempos. Por aquel entonces, debíamos acudir a estos sitios aleatorios con no mucho para elegir y pagar cientos de dólares por cada canción. Y, si querías obtener la licencia de una canción popular, podía costarte hasta 60 000 dólares...
En fin, hoy tienes acceso ilimitado a miles y miles de canciones con las suscripciones a Epidemic Sound. Por ejemplo, pagas US$ 299,98 al año por el plan Comercial. Puede parecer mucho, pero si piensas en lo que solíamos pagar por la música, es muy accesible. Y no son solo 20 pistas en un sitio como antes; ¡este catálogo es gigantesco! Además, la cantidad de tiempo que te ahorras utilizando este catálogo no tiene precio.
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Cuando empezamos, no gastamos nada de dinero en publicidad, probablemente porque no lo teníamos, pero aun así. Nada de anuncios en Facebook, ni exposiciones de bodas, nada de eso. Esto se debía a que confiábamos en el hecho de que nuestro producto era bueno. Lo filmábamos y lo publicábamos en las redes sociales. Entonces nuestros amigos lo compartían, y algunos de nuestros videos incluso se hicieron virales.
En cuanto eso ocurrió, empezamos a recibir trabajos en todo el mundo. Cada trabajo que conseguíamos lo considerábamos una oportunidad de hacer publicidad, de subirlo a las redes sociales para que la gente lo viera. Y haciendo eso conseguíamos más trabajos.
Otra cosa importante es el boca a boca. Mucha gente no sabe realmente si un video es bueno, genial o mediocre. No saben distinguir la diferencia. Lo que sí saben, sin embargo, es si fuiste agradable para trabajar. Muchas veces, la gente decide trabajar contigo porque escuchó a otra persona hablar bien de ti. Eso suele ocurrir cuando tuviste una influencia positiva sobre ellos, causaste una buena primera impresión y te convertiste en algo más que un profesional independiente para ellos: te convertiste en un amigo. No subestimes el boca a boca, sobre todo al principio.
Al principio, subíamos el precio por cada video que hacíamos. Nuestro objetivo era llegar al nivel que creíamos que nos merecíamos. Lo interesante también era que, cuanto más subíamos el precio, mejores clientes conseguíamos. A medida que subían nuestras tarifas, los clientes también parecían confiar más en nosotros, apreciar más nuestro trabajo, y las bodas eran más agradables... ¡Si es que podemos decir eso! A veces perdíamos algunos clientes al subir el precio, pero como ganábamos más por evento, seguía siendo una victoria, ya que trabajábamos menos y ganábamos (¡al menos!) lo mismo.
También empezamos a ofrecer diferentes paquetes. Por ejemplo, si tu filmación de boda de alto nivel cuesta 5000 dólares, pero consigues un cliente con un presupuesto de 10 000 dólares, acabas de perder 5000 dólares. Entonces, ¿qué haces? ¡Añades cosas al paquete! Así que asegúrate de subir el precio a medida que las cosas avanzan.
Al principio, filmábamos cualquier cosa y de todo. En el comienzo, lo considerábamos como una experiencia de aprendizaje, en la que además nos pagaban. Sé humilde y aprovecha todas las oportunidades que se te presenten: esos trabajos pueden llevarte a otros y, si no, ¡al menos habrás adquirido experiencia! Cuando consigas más contrataciones, podrás empezar a seleccionar los proyectos en los que te gustaría involucrarte.
Literalmente estuvimos en rodajes en los que ni siquiera sabíamos cómo encender la cámara, pero siempre hay una forma de resolver las cosas. Y, si no puedes resolverlo, contrata a alguien que pueda hacerlo. ¡Di siempre que sí, no te asustes y aprende!
Cuando empezamos, no sabíamos nada sobre producción cinematográfica. Tampoco sabíamos nada de publicidad, de cómo manejar un negocio, de impuestos ni de licencias musicales, así que tuvimos que aprender. Y llevará tiempo; no ocurrirá de la noche a la mañana.
Sin embargo, te sorprenderá lo que puede ocurrir en un año. Llevamos más de diez años haciendo esto, y hemos tenido tantas oportunidades locas... Así que inténtalo. ¡Vale la pena!
En cuanto al equipo, en el comienzo: mantenlo simple. Una cámara, un lente y un micrófono. Eso te servirá para empezar. Eso es todo lo que teníamos cuando empezamos. Puedes hacer muchas cosas con ese equipo, simplemente siendo creativo y practicando los diferentes ángulos y tomas que más te inspiren viendo programas de televisión, películas o videos de YouTube.
No gastes demasiado dinero ni te endeudes, porque eso será una gran carga y te frenará. A medida que vayas filmando más, toma nota de qué equipo habría sido útil en ese rodaje y ahorra para comprarlo.
A veces me preguntan hasta qué punto tengo en cuenta las ideas de mis clientes. Es útil recordar que tú eres quien sabe (al menos, más que ellos) de producción cinematográfica, pero ellos conocen su propia empresa u objetivo. Intenta comprender su empresa, sus actividades y necesidades.
Una vez que los hayas escuchado, explícales cómo tu visión puede ayudarles a conseguirlo. Siempre será una relación de dar y recibir. Cuanto mayor sea la producción, más tendrás que comprometerte como profesional creativo. Cuando trabajas de forma independiente, la prioridad es el cliente, no necesariamente tu visión artística, y es importante reconocerlo pronto para gestionar las expectativas en todas las áreas del proyecto.
Las tarifas son diferentes para cada persona, según el proyecto y tus habilidades. Siempre les digo a las personas que pidan una cantidad que les dé satisfacción. Si crees que el proyecto es realmente divertido y genial, puede que te contentes con una paga un poco menor. Si crees que el proyecto es un trabajo muy duro, yo querría cobrar un poco más para asegurarme de que siento que ha valido la pena.
Mientras avances en tu carrera, sigue aumentando siempre tus tarifas. En la medida que aprendes y mejoras, eso definitivamente tendrá más valor para un cliente. Asegúrate de aprender constantemente. Como siempre digo: aprende. Realiza. Repite.
Matti Haapoja es youtuber y director de fotografía freelance. Trabaja con marcas mundiales como Nike, San Pellegrino y Hyundai Canadá. Con Teppo, su hermano, fundaron conjuntamente su negocio independiente, y también es youtuber. Matti alcanzó más de un millón de suscriptores en su canal de YouTube, donde comparte sus conocimientos, consejos y experiencias sobre producción cinematográfica.
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